lunes, 20 de febrero de 2012

ARQUITECTURA Y CINE (I). A propósito del Retroback

Se celebra en Granada estos días del gélido Febrero, una nueva edición del Festival de Cine Clásico "Retroback". Y a mi, este acontecimiento me ha dado pie a abrir en este blog, una serie sobre arquitectura y cine.

Este año, los organizadores del festival han querido realizar un sentido homenaje a  Marlon Brandon, aunque junto a él se ha colado un ciclo de películas del genialísimo Buster Keaton, que junto a Harol Lloyd y Charles Chaplin, recuerde el lector, fueron los grandes artistas norteamericanos del cine mudo de los años 20-30. A diferencia de ese otro actor de la reciente película "The Artist", éstos sí supieron entender el cine sonoro y adaptaron sus cualidades interpretativas al sonido en las décadas posteriores, 40-50.

El cine es un recurso muy utilizado por la arquitectura para expresar muchas de sus ideas, reflexiones y proyectos. Los inicios del siglo XX fueron especialmente prolijos en películas en las que participaron importantes arquitectos desarrollando, principalmente los conceptos de la metrópolis moderna. De los muchos aspectos de los que podríamos hablar, relativos a la "gran ciudad", hoy me gustaría destacar el concepto del "tiempo y la velocidad"

Sin lugar a dudas, la percepción del tiempo cambia de la pequeña ciudad a la metrópolis: si en una se medía el tiempo en el campanario de la iglesia, en la metrópolis aparece la necesidad de sincronización. Con la aparición de los trenes empieza el uso del reloj de bolsillo: la normalización del tiempo, la sincronización de la vida. Más tarde lo hará el reloj analógico, reforzando todavía más la idea de que todo es cuantificable. La medición del tiempo en la ciudad moderna, en la metrópolis de principios de siglo XX, supone un cambio total pues la maquinaria de la ciudad es el reloj, produciéndose una cosificación del tiempo. Los habitantes de la ciudad han cuadriculado su vida y ahora tienen que medirla con el reloj de segunderos.

En gran medida la necesidad de llevar el reloj a las ciudades se debía a una situación lógica, poder establecer los horarios de salidas y llegadas del tren. El ferrocarril se convierte así en el icono de la ciudad, con las estaciones como verdaderas puertas de acceso a ésta.

La aparición del tráfico, los primeros automóviles y los medios de circulación rodada también van a suponer un potente cambio en las ciudades de comienzos del siglo XX; la mayoría con una estructura aún medieval y heredada de la antigüedad que se muestra obsoleta e inapropiada para el desarrollo tecnológico motorizado que se está experimentando en estos momentos.

Las redes de transportes, consideradas como servicios colectivos, sobre todo en Europa, se amplían e integran los diferentes medios, aumenta la frecuencia y la velocidad y, como corolario, el costo disminuye y el transporte se populariza. La movilidad ciudadana, por consiguiente, da un importante salto cualitativo y cuantitativo

Es un fragmento de la película el Tenorio Tímido[1] de Harol Lloyd la que puede ilustrar muy bien todo lo que sucede en las ciudades en relación a estos nuevos compañeros: tiempo y velocidad.
 
Fotograma de la película El Tenorio Tímido
FUENTE: Internet
 
Con un tono irónico y humorístico el director de la película hace una crítica muy concreta de la evolución que la metrópolis ha sufrido en los últimos años. De hecho, durante varias secuencias casi ridiculiza el entonces creciente, problema del tráfico en la ciudad y el encorsetamiento que el tiempo y su medición suponen en el hombre.


Efectivamente, el encauzamiento del tráfico dentro de la metrópolis es, entonces, objeto de un fuerte debate teórico entre urbanistas y arquitectos. Recordemos el especial interés que el congreso de los CIAM hace en la Carta de Atenas sobre este tema, o el propio informe Buchanan sobre El tráfico en la ciudad.
Fotograma de la película El Tenorio Tímido
FUENTE: Internet

Aparecen reflejados en los fotogramas casi todos los medios de transporte posibles en aquél entonces. Medios que logran poner patas arriba la ciudad y que suponen una metáfora de lo que entonces ocurría en las ciudades, muchas de las cuales se vieron enormemente tensionadas por la presencia de un tráfico al que no estaban preparadas para recibir.

Quizás llame especialmente la atención los geniales planos de travelling en los que se proporcionan ángulos de cámara inerciales; es decir la cámara parece ir en movimiento acompañando al actor en su peripecia. Esto logra dar una visión muy clara de lo que debió suponer el automóvil y su inclusión en la ciudad. Sobre todo porque éste aportó una forma de ver la ciudad totalmente distinta hasta entonces. 
El coche proporciona una visión rápida, casi en flashes, de los elementos de la ciudad. Una nueva ciudad y una nueva forma de entender la ciudad (recordemos las visiones casi cinematográficas que se pueden apreciar hoy de las ciudades al pasar por su periferia desde la autovía). La inclusión del travelling en la película muestra perfectamente esta idea.

Hay diversos planos picados que muestran vistas generales de Chicago en las que se ponen de manifiesto el tremendo alboroto que los nuevos medios de transporte habían introducido en la ciudad, y la consecuente necesidad de una nueva definición de ésta en función del tráfico.

La película se muestra por tanto como un elemento de trabajo en plena actualidad, pues aunque las ciudades se empiezan a definir ya en función del tráfico (Cerdá lo dijo en Barcelona: las ciudades han de construirse como vía e intervía), el problema subyace aún en la urbe y sigue siendo objeto de reflexión para los nuevos crecimientos de las ciudades.



[1] El Tenorio Tímido (Girl Shy) es una película rodada en 1924 por Newmeyer y Taylor que cuenta con un deslumbrante y siempre brillante Harold Lloyd en el papel principal de un enamorado que tiene que conquistar a su amada. Resulta particularmente destacable la carrera emprendida hacia casa de su amor al final de la película, secuencia sobre la que se hace referencia en este apartado.

viernes, 23 de diciembre de 2011

NUEVAS ESTRATEGIAS PARA NUEVOS TIEMPOS

Hace unos días leía en internet que el márketing en el mundo de la arquitectura ha sido prácticamente inexistente durante décadas. Los estudios de arquitectura no necesitaban mover un dedo para obtener trabajo. Los métodos de venta siempre fueron desconocidos en las oficinas de arquitectura.
Sin embargo la tremenda crisis en la que nos vemos sumidos está favoreciendo que esta situación cambie y, hoy día, son cada vez más los estudios de arquitectura que han implementado las técnicas de márketing en sus negocios.
Las reglas del juego han cambiado, y es necesario mirar el mundo con nuevos ojos. Aunque sigamos trabajando en la arquitectura de otra manera, nuestro esfuerzo y nuestros conocimientos son los mismos.

La agencia Bates 141 ha construido una maqueta real del interfaz de Photoshop,
bajo el eslogan “As real as it gets”.
Una buena idea original que renueva la visión estándar y
tradicional de esta herramienta fundamental para el dibujo


A pesar de la crisis, esta difícil situación puede ser positiva y a largo plazo, ser más interesante de lo que se cree.
Los arquitectos, por nuestra completa formación, estamos preparados para desempeñar una amplia cantidad de puestos técnicos y profesionales. Nuestra capacidad de trabajo y organización nos permite asumir importantes puestos de responsabilidad y coordinación para las que muchas otras profesionales no están preparadas. Del mismo modo, nuestra amplia formación técnica y humanista nos permite acceder a gran variedad de especialidades profesionales.
Brillantes resultan los ejemplos siguientes, en los que los arquitectos han sabido buscar nuevos yacimientos de oportunidad haciendo uso de cualidades y dones específicos que cada uno posee.

- La arquitecta valenciana María Blasco ha sabido formar un negocio de creatividad sin límites basado en su capacidad ilustrativa y su gran virtud como dibujantes. http://ellapizdemaria.com/

- El conocido arquitecto Santiago Cirugeda hace tiempo que decidió que su estudio de arquitectura no iba a ser tradicional y convencional, y montó Recetas Urbanas. http://www.recetasurbanas.net/

- El equipo de arquitectos de Ecosistema Urbano, hace años que decidieron especializarse y hacerse muy fuertes en un tema muy cercano: la soostenibilidad y el medio ambiente. http://www.ecosistemaurbano.com/


Así pues, el arquitecto es una figura importante y esencial en nuestra sociedad, y ésta lo sabe. Decía Jorge Lludevit, el presidente del CSCAE en una reciente entrevista, que el futuro del arquitecto va a estar en saber integrarse en equipos multidisciplinares y en empresas de todo tipo como una figura de coordinación, dirección y formación. Por ello recalcaba que "ponga un arquitecto en su empresa" es el lema con el que el CSCAE prepara para este año, una posible campaña de promoción y difusión de nuestra profesión.
Sin duda puede ser ésta, nuestra mejor campaña de márketing, que esperemos de buenos frutos.

lunes, 21 de noviembre de 2011

I am a MONUMENT

"Aprediendo de las Vegas"- Robert Venturi

Así titulaba Venturi uno de sus apuntes en su obra "Learning from las Vegas", con el que reclamaba el carácter patrimonial de muchos de los edificios contemporáneos.

Recordemos que, hasta hace muy poco, el concepto de patrimonio era aplicado a los edificios que poseían más de 100 años de antigüedad. Todo lo que poseía esa edad, independientemente de su calidad, era considerado un edificio de carácter patrimonial y, de alguna manera, se valoraba su vejez como un valor que le confería respeto.
Afortunadamente el concepto de patrimonio ha evolucionado, y la reciente inclusión de edificios del movimiento moderno o del racionalismo más cercano empiezan a entender que, lo patrimonial, no es sólo relativo a la edad de un edificio sino que depende de otros muchos factores no precisamente vinculados a lo temporal.

Si pusiéramos en entredicho el valor patrimonial e histórico de la Alhambra, cuestionando por ejemplo su autenticidad, numerosas voces se alzarían ante semejante sentencia. Pero lo cierto es que la Alhambra debe su valor patrimonial, a ciertas cuestiones inherentes a su arquitectura que están muy lejos de la riqueza de mocárabes y estucos de sus fábricas. Basta con estudiar con cierta profundidad el tema, para descubrir que la Alhambra que hoy conocemos, de ricas salas adornadas por azulejerías y yeserías musulmanas, se deben en gran medida a la mano de geniales artistas restauradores del siglo XIX y principios del siglo XX.
No es momento de entrar en un debate teórico, ya bastante manido, sobre las actuaciones restauradoras del monumento granadino, mi intención es indicar, que más allá de la posible no autenticidad de sus fábricas, muros y materiales,el monumento nazarí ha conservado algo que es indudablemente auténtico y es objeto patrimonial sin precedentes:
- por un lado su manera de entender el paisaje, su ubicación en la colina del valle del Darro, su diálago con la ciudad y con la Sierra.
- su arquitectura de espacios, secuenciados que juegan con luz, color y reflejos.
- la inclusión del agua como elemento arquitectónico en sus salas, en sus jardines y en sus patios (elemento que dulcifica el ambiente, refresca y anima los espacios)
- el diseño urbano del conjunto como recinto ciudadela y relación con la ciudad.

Poco tienen que ver estos elementos con lo temporal, más bien nada. Podríamos decir, pues, que son atemporales, y eso es lo realmente valorable y destacable de la Alhambra.
¡Cuántos edificios hay en nuestras ciudades, que acumulan elementos de este tipo en sus entrañas y no se tienen en cuenta!
¡Cuantos cascos históricos de nuestras ciudades se desmoronan abandonados porque solo parece interesar la restauración y el mantenimiento de los grandes bienes de interés cultural!.
¿es que el crujir de una madera de un forjado tradicional del XIX no es patrimonio? ¿es que las solerías de los primeros años del siglo XX ya no interesan? ¿es que los patios de luz y ventilación de los abigarrados centros históricos tienen que ocuparse perdiendo su esencia?
Y hay quien piensa que esto no es patrimonio.
Rehabilitación casa entre medianeras (Arq. Juan Domingo Santos). Barrio San Matías. Granada

Termino volviendo al libro de Venturi con el que abría este post. Si algo tenemos que aprender de las Vegas, de esa ciudad surgida en medio del desierto, es el problema de la arquitectura imagen. No podemos despojar a nuestros centros históricos de sus reales valores patrimoniales, pensando que la restauración de una fachada (el fachadismo) es lo único que importa. Que la imagen de la ciudad se cualifica simplemente salvaguardando la fachada, vaciando las entrañas de los edificios históricos.

Busquemos los valores patrimoniales de los edificios identificando sus elementos arquitectónicos, simbólicos, urbanísticos, estructurales, constructivos...y se dibujará un mapa de interés totalmente nuevo; donde lo protegible puede abarcar desde lo contemporáneo a lo más antiguo, desde una infraestructura rural a un paisaje histórico abriendo pues, el campo y el significado de la palabra Patrimonio.

domingo, 23 de octubre de 2011

Crisis?... What crisis?


En 1975 el famoso grupo de rock británico, Supertramp, publicó un album titulado "Crisis? What crisis?"
No podía existir una imagen mejor que ilustrara la apertura de este blog, ahora que nos encontramos sumidos en esta crisis que tanto está afectando a nuestra profesión.
A diferencia del título con que los Supertramp titularon su album, nosotros no podemos echar la vista a otro lado y pensar que la situación económica no va con nosotros. Esta época, tan dura, tiene un título que caracteriza el estado de la profesión en la actualidad: What a crisis that is!

Me gusta la imagen del disco de los Supertramp, porque resume muy bien la actitud europea frente a los problemas: la de negar la problemática y la de mirar a otro lado junto con un sentimiento deprimente que empieza a inundar el ambiente y que poco a poco va comiéndose el color de todo lo que nos rodea.

De este gran bache saldremos, fortalecidos y renovados. Es momento de cambiar la actitud y tomar esa cultura asiática de optimismo y felicidad. Ahí tenemos a los chinos, que para ellos la crisis no es más que peligro (entendido como llamada de atención) y oportunidad. Así podemos constatarlo en los caracteres que representan la palabra crisis: danger + oportunity.
Por ello me gusta el término chino para la palabra crisis: 危机. Está en nuestra mano el concentrarnos en la primera parte de la palabra o en la segunda. Nosotros elegimos ver el riesgo o la oportunidad